I
Somos, cuando tu y yo pensamos que somos lo que somos, en tal lugar y en aquellas noches, y entré la candidez de las comisuras y de las caricias atiborradas, las pleitesía carece de sentido, somos lo que somos en aquel lugar y entre nosotros, somos porque simplemente nosotros lo queremos ser. No es mi culpa, no es tu culpa, porque muchas veces el sentido, el cuerpo, el tiempo, la hora, las hojas no escritas y las escritas también le juegan una mala broma a nuestra moral, y la idealización se transforma en una extraña y pesada carga culposa.
II
Te disparo y no sé como no has muerto.
III
Amanecer entre los sollozos de las manos lentas, del letargo pausado de la vida sin sentido, del alcoholismo desbordante, de las mil maneras de destruir todo lo que haz vivido entre luces de drogas mentales.
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